BIODANZA

La Biodanza es una técnica que utiliza la música, el movimiento, la danza, la emoción y la vivencia para que el niño conecte con todo su potencial, lo desarrolle y lo exprese. Una clase de Biodanza es un espacio de estímulos positivos que se hacen a través de la emocionalidad que despierta la música, el movimiento y las situaciones de encuentro con el grupo, para que el niño conecte con toda la parte sana de su ser y se permita expresarla en ese espacio fortaleciendo y reforzando su identidad a través de la danza, los juegos, el goce de vivir, los movimientos y el compartir con el grupo.

La danza de la vida 

Se sabe que, cuanto más temprano empiecen los niños a bailar, más posibilidades tendrán de hacer su cuerpo «inteligente». Esto se debe a que, por un lado, bailar ayuda al desarrollo emocional de los más pequeños, pues combate inseguridades y ayuda a compartir experiencias con el grupo al que se pertenece. En general, el baile es salud. 

Desde esta perspectiva, la biodanza emerge como un sistema completo y muy útil. Su nombre procede de la combinación del término griego bio (vida) y del español danza. Por tanto, hace referencia, literalmente, a la danza de la vida. 

Creada por el psicólogo chileno Rolando Toro Araneda, la biodanza utiliza los sentimientos provocados por la música y el movimiento para profundizar en la conciencia del yo. Su objetivo es promover la integración de uno mismo con sus emociones y expresarlas, así como impulsar el establecimiento y la profundización de los lazos afectivos con la naturaleza y entre las personas.

La biodanza aplicada a la infancia 
Aplicado a la infancia, este sistema favorece que el niño y a la niña desarrollen todos sus potenciales desde muy pequeños. Actúa desde los aspectos más íntimos del movimiento individual y grupal. No hay coreografías, con lo cual cada persona puede explorar sus movimientos desde el propio sentimiento de ser y de estar en el mundo.

Se desarrolla a través de ejercicios y bailes elaborados para que cada persona pueda descubrir su propia danza, en libertad, respetando el tiempo personal, y utilizando movimientos tan cotidianos como caminar.

La danza y las emociones 
Este sistema sirve asimismo como herramienta de expresión, y favorece que los niños y las niñas usen su cuerpo para conocer el mundo. A través de la biodanza, se adquiere conciencia de poder expresarse usando el propio cuerpo. Pero también se incentiva el control emocional, porque la biodanza sirve como fuente de aprendizaje emocional, y promueve el equilibrio de las emociones e incluso ayuda a combatir la timidez y la inseguridad. 

Por último, la biodanza estimula el conocimiento estético, al enseñar a niños y niñas a relacionarse con lo bello y lo armonioso, así como con lo feo y lo caótico. Poco a poco, los pequeños van exteriorizando su comprensión sobre lo que es bonito y lo que no lo es. La danza, en general, puede ser entendida como una forma de conocimiento poético. 

La metodología de trabajo con la infancia prioriza la capacidad de improvisar porque será probando el propio cuerpo, entendiendo sus límites y su funcionamiento, como los niños descubrirán su total libertad para desarrollar su propia estética del baile y de la vida. 

Sábados 10:50-11:50 (Infantil y primaria)

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